martes, 28 de febrero de 2012



Bienvenido Triunfador, a este espacio tecnológico que nos servirá como herramienta de apoyo al proceso de enseñanza y de aprendizaje de la Unidad Curricular: Pensamiento Político Latinoamericano y Venezolano. Aquí podrán encontrar información necesaria sobre las temáticas abordadas en el salón de clases, para así reforzar los conocimientos adquiridos.


En estos enlaces podemos encontrar videos sobre reflexiones sobre Latinoamerica:



Objetivos de la Unidad Curricular

OBJETIVO GENERAL.

  • Hacer análisis critico-político de la situación actual del país en lo político sociológico, cultural y económico.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

  • · Ubicar el pensamiento político de Venezuela dentro del contexto socio-histórico de América Latina y establecer su co-pertenencia con el pensamiento político  Latinoamericano.
  • · Relacionar los acontecimientos de América Latina que establecen el hilo histórico del pensamiento político desde la época de la independencia hasta la conformación de los partidos políticos en Venezuela.
  • · Identificar la influencia de las ideas republicanas y de la ilustración en América Latina con el ideario político venezolano y la concepción de soberanía.
  • · Comparar los modelos económicos de América Latina con los modelos y métodos económicos desarrollados en la Venezuela colonial.
  • · Comparar las características políticas y sociales que dieron origen a las crisis de gobernabilidad en Venezuela.
  • · Relacionar las doctrinas políticas que generaron la conformación de los Estados Modernos en América Latina con el ideario político de la Venezuela rural y el Estado Moderno Venezolano.
  • · Identificar los elementos políticos sociales y económicos que acompañaron e influyeron en la transición de las dictaduras a las democracias del siglo XX.
  • · Comparar los elementos sociales, políticos, económicos y culturales de la democracia de la cuarta y la quinta república que dieron origen al nuevo ideario político en Venezuela.



Veamos las Temáticas  que se deben abordar en la Unidad Curricular:


I América y su concepto.

TEMARIO
  • · América Latina (concepto)
  • · Hispanoamérica (concepto)
  • · Iberoamérica (concepto)
  • · Características raciales (fenotipos y mestizajes)
  • · Herencia cultural: conceptos fundamentales:
    • .- tradiciones
    • .- lenguajes comunes
    •  mestiza
  • jUnidad e identidad
  • · La conformación genealógica e histórica de la idea de la venezolanidad
  • · Guaicaipuro y la resistencia indígena
  • · Miguel de Buria .-Las luchas sociales
  • .-radicalidad o ideas monárquicas

II. La Independencia.
.
TEMARIO:

  • · Metrópolis y territorios coloniales
  • · La influencia del pensamiento de las Luces en los independentistas
  • · La ideas de la ilustración: las ideas de libertad igualdad y soberanía
  • · La lucha por la libertad
  • · Querella entre el pensamiento ilustrado y las concepciones evolucionistas y
  • positivistas.
  • · Venezuela y el nacimiento del evolucionismo y el positivismo
  • · Las tendencias liberales y conservadores en América Latina y Venezuela
  • · Ilustración contra Conservadurismo
  • Génesis de los términos Liberales y Conservadoreso Caracterizaciones, diferenciaciones y posturas
  •  Pensamiento Conservador: El marcado Pragmatismo;
  • Concepción Autoritaria de la vida social y política; Los acomodo del pensamiento Conservador
  • Pensamiento Liberal: La Modernización y el progreso; lo acomodos del pensamiento Liberal.
  •  Conservadores-Liberales y Liberales-Conservadores.
  • Coincidencias y disidencias del pensamiento y accionar político.

III. La idea de republicanismo.

TEMARIO:

  • · La invasión napoleónica
  • · Los principios de la revolución francesa: igualdad, libertad, y fraternidad
  • · Sector dominante
  • · Ilustración y guerra en América Latina
  • · Bolívar y la integración de América Latina
  • · Las ideas de Vallenilla Lanz sobre la guerra de independencia: La idea de gendarme necesario

IV. América Latina

TEMARIO:

  • · El dominio de los Borbones
  • · Desarrollo de la burocracia
  • · Exclusión de los criollos
  • · Economías coloniales (periodo pretecnológico)
  • · Venezuela país pretecnológico
  • · Conformación y tipos de fuerzas militares
  • · La idea de progreso y la conformación del caudillismo en Venezuela
  • · El estallido de la guerra civil venezolana
  • · Venezuela y la idea de la depuración racial

V. Alzamientos contra las tributaciones.

TEMARIO:
  • · Modelos económicos:
                  o Minero.
                  o Agroindustrial. (explorar los modelos económicos de los países andinos.)
  • · Indios y Mestizos.
  • · Reivindicaciones socioeconómicas (protestas y levantamientos de los criollos)
  • · Revuelta contra la Compañía Guipuzcoana.

VI. La idea de soberanía

TEMARIO:

  • · Movimientos independentistas
  • · Lealtad al Rey
  • · Debilidad del imperio español
  • · 1810 Junta Suprema de Caracas
  • · La lucha entre clases dominadas: los indios, los mestizos, los negros
  • · La concepción de la escuela publica en el maestro Simón Rodríguez
  • · Simón Rodríguez y la cultura de la resistencia
  • · Francisco de Miranda y Simón Rodríguez (deseos de país emancipado, creyentes de
  • la ilustración)

VII. Independencia y guerras civiles.

TEMARIO:
  • · Conflictos regionales
  • · El caudillismo
  • · El sueño de confederación de los estados latinoamericanos
  • · La ruptura de la Gran Colombia
  • · Funcionalidad o infuncionalidad de la gobernabilidad de un extenso territorio
  • · Gobernabilidad o ingobernabilidad a propósito de la idea de federación

VIII. Gobiernos.

TEMARIO:
  • · Definición de fronteras
  • · Centralistas-federalistas
  • · Esbozo general de los criterios que conforman la modernidad en América Latina
  • · Las querellas por el poder
  • · El fraccionamiento de los países de América Latina
  • · La idea de centralidad

IX. Venezuela crisis y cataclismo.

TEMARIO.

  • · El federalismo como ideario político
  • · Las luchas por el poder
  • · Ezequiel Zamora y Guzmán Blanco
  • · Zamora, Guzmán y la lucha hacia la victoria electoral
  • · La esquina del miedo
  • · El Concejo punto culminante de la marcha del federalismo
  • · Juan Vicente González ideólogo del conservadurismo venezolano
  • · La querella de Antonio Leocadio Guzmán y Juan Vicente González
  • · Tomas Lander como ideólogo del liberalismo

X. Génesis y estructuras ideológicas en la Venezuela que transcurre de la imposición
dictatorial hacia la modernidad.

TEMARIO
  • · Política y miedo en Venezuela
  • · Las guerras civiles en Venezuela
  • · La revolución Liberal Restauradora
  • · Los Banqueros, Manuel Antonio Matos y el capital internacional
  • · Castro y la economía

XI. Guerras civiles y caudillismo.

TEMARIO
  • · El país y las insubordinaciones sociales
  • · La conformación de a Junta Federal de Gobierno (1913)
  • · Gómez y las luchas contra Nicolás Rolando, Peñalosa y Ducharne.
  • · Antonio Paredes y la disputa por el poder
XII. Visiones Políticas venezolanas.


TEMARIO:
·
  •  La política y los inconvenientes físicos de Castro
  • · La visión europocéntrica. Antonio Guzmán Blanco y Cipriano Castro
  • · La visión nacionalista. Arévalo Cedeño y Funes

XIII. La querella de Gómez y Castro.

TEMARIO:

  • · Los intereses de los Estados Unidos de Norteamérica en Venezuela
  • · El desconocimiento de Cipriano Castro como Presidente de Venezuela
  • · El nepotismo gomecista (liquidación del caudillismo y organización y creación de la academia militar)
  •  La muerte de Goméz (La modernidad tardía)
XIV. La transición de la dictadura a la democracia del siglo XX. (meterlo en la introducción pseudo-democracia)

TEMARIO:
  • · Las luchas intestinas por el poder.
  • · El papel del Indio Tarazona y la estructuración simbólica de la construcción del país y
  • la dictadura.
  • · El gobierno de López Contreras y la modernización de las Fuerzas Armadas
  • venezolanas.
  • · López Contreras, Medina, el Trienio adeco y Pérez Jiménez

XV. La democracia moderna.

TEMARIO:
  • · El pacto de Punto Fijo.
  • · El bipartidismo. (1958-1999).
  • · La democracia participativa y protagónica.













Guaicaipuro

Guaicaipuro o Guaicaipuró (n. actualmente Los Teques, Venezuela, alrededor de 1530; m. 1568), fue un nativo indígena, jefe de varias tribus Caribes, con el título ‘Guapotori’ —Jefe de jefes— originario del grupo Teques.
A pesar de ser conocido hoy como Guaicaipuro, en los documentos del tiempo su nombre fue escrito como «Guacaipuro».
Biografía
Guaicaipuro formó una coalición de gran alcance en contra de la conquista española del territorio de la actual Venezuela, con diversas tribus que él condujo durante el siglo XVI (16) en la región central del país, especialmente en Valle de Caracas. Él dirigió, entre otros, a los Caciques Naiguatá, Guaicamacuto, Chacao, Aramaipuro, Paramaconi y a su propio hijo Baruta. Guaicaipuro en la actualidad es uno de los Caciques más famosos e ilustres. El área ocupada en nuestros días por la ciudad de Los Teques, fue poblada por varios grupos indígenas, los cuales contaban cada uno con su propio cacique. La tribu de Guaicaipuro, que abarcaba un área desde Turgua al este, hasta donde hoy se encuentra San José de los Altos, al oeste, era una de las más grandes. Uno de sus hijos varones, Baruta, se convirtió también en Cacique y dominaba el área del actual municipio de igual nombre. Otras hijas de Guaicaipuro eran, al parecer, Tiora y Caycape.
Los españoles descubrieron oro en el área de Los Teques hacia 1560, y como comenzaron a poblar el sitio de las minas para extraerlo, Guaicaipuro, sintiendo su tierra invadida, les atacó, junto a otros caciques aliados, entre ellos Terepaima, forzando a los españoles a abandonar el lugar. Después del ataque, el gobernador de la provincia de Venezuela, Pablo del Collado, envió a Juan Rodríguez Suárez en 1561 para pacificar el área. Rodríguez Suárez, creyendo que había alcanzado su tarea al repeler a Guaicaipuro de la zona, deja el área al cuidado de algunos mineros y de tres de sus hijos, mientras exploraba los términos de Caracas. Una vez que los soldados españoles se marcharon del lugar, Guaicaipuro asaltó de nuevo las minas y mató a todos los trabajadores, así como a los hijos de Rodríguez Suárez.
Inmediatamente después de eso, Rodríguez Suárez, que estaba en camino a la ciudad de Valencia, con el propósito de reunirse con los españoles leales al rey, que intentaban detener al caudillo rebelde Lope de Aguirre (conocido en Venezuela como El Tirano, de los conquistadores del Perú, venido por el Amazonas en 1561 y alzado contra la Corona), fue emboscado por Guaicaipuro y el cacique Terepaima, que le dieron muerte durante su trayecto. Iba con un contingente reducido de seis soldados..
Después de estos sucesos, Guaicaipuro se convirtió en la figura principal y central en la sublevación de todas las tribus nativas de la provincia de Caracas, y logra unirlas a todas bajo su mando. En 1562 Terepaima derrota a una fuerza expedicionaria conducida por el capitán Luis de Narváez, matándolo a él y a 150 de los expedicionarios. Debido a los ataques feroces por parte de los indígenas, los españoles se retiraron lejos del área durante varios años.
En 1567, poco después de vencer en la Batalla de Maracapana, el capitán Diego de Losada entra al valle de San Francisco y ese año o el siguiente, puebla la ciudad de «Santiago de León de Caracas». Los españoles se preocuparon por la cercana presencia de Guaicaipuro y de sus hombres y, dada la fama de sus ataques hacia los conquistadores, decidieron no esperar un ataque de él, con lo que, como movimiento preventivo, Diego de Losada encomendó al alcalde de la ciudad, Francisco de Infante emprender la misión de capturar a Guaicaipuro y ‘pacificar’ a los otros Caciques.
A fines de 1567 o inicios de 1568, Francisco Infante y sus hombres, conducidos por guías nativos que habían sido chantajeados, dieron con el paradero de la choza de Guaicaipuro, en las cercanías de Paracotos. Según la leyenda, Guaicaipuro prendió fuego a su choza y se suicidó antes de permitir que los españoles lo encontraran con vida. Sin embargo, la otra versión sobre su muerte, que es la que ofrece el historiador José de Oviedo y Baños en su obra publicada en 1723, narra que tras una larga batalla por su vida, los españoles, imposibilitados de entrar a la choza, decidieron lanzarle una bomba de fuego sobre el techo de paja, obligando con ello a salir a Guaicaipuro que perece luchando con la espada que le había ganado a Rodríguez Suárez.
Todos estos datos son tomados de la obra de Oviedo y Baños, Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela, quien es el único que ofrece estos detalles de Guaicaipuro. Pues sobre la existencia o no de Guaicaipuro como líder de la Confederación Indígena de Caracas no hay hasta hoy pruebas documentales ciertas. Existen algunos escasos documentos copiados de otros de 1585, que mencionan de pasada a Guaicaipuro como simple cacique de los Teques, pero su papel de líder heróico de la resistencia indígena de Caracas es sólo sustentado por la narración del historiador José de Oviedo y Baños, que escribe sobre esos hechos en 1723, y en cuya obra se han descubierto numerosos errores históricos.
De hecho, Oviedo es el que inicia narrativamente la supuesta existencia histórica de Guaicaipuro como líder de la resistencia indígena, pues en los amplios archivos documentales que hablan del período entre 1568 y 1723 no se menciona esta gesta descrita por Oviedo en ninguna forma.
Legado
El Legado de Guaicaipuro esta muy latente en la zona central del país, específicamente en Caracas y el Estado Miranda.
Los restos de Guaicaipuro fueron trasladados al Panteón Nacional de manera simbólica, el 8 de diciembre de 2001, asignándole un espacio junto a los próceres de Venezuela, encabezados por Simón Bolívar, el Libertador.
El municipio Guaicaipuro del estado Miranda, Venezuela fue así nombrado en su honor.
En 2003, por iniciativa del Gobierno nacional, se crea la Misión Guaicaipuro, la cual se encarga de reivindicar social, política y económicamente a todas las etnias dentro del territorio venezolano.
Por otro lado el presidente Hugo Chávez señaló cuando abolió el Día de la Raza y decretó el Día de la resistencia indígena, que no se tendría que enaltecer nombres de conquistadores como el de Cristóbal Colón, sino el del Cacique Guaicaipuro por su determinación al resistir al imperio Español.
Aparece en en la cara frontal del billete de diez Bolívares.
Enlaces externos
Venezuela Tuya Pequeña biografía de Guaicaipuro.
Contraloría de Guaicaipuro Vida de Guaicaipuro
Misión Guaicaipuro
Monedas de Oro de Guaicaipuro


LA RESISTENCIA DEL CACIQUE GUAICAIPURO
 



El levantamiento indígena que contó con la participación de todas las tribus y jefes indígenas, comprendió el Valle de Caracas desde Cúpira hasta el Lago de Valencia. Los Caciques Naiguatá, Guaica macuto, Aramaipuro, Chacao, Baruta, y Paramaconi reconocieron a Guaicaipuro como líder.
La resistencia al despojo y robo en las minas de oro iniciado por el español Pedro de Miranda, en tierras de los Teques, pronto tuvo el rechazo de las tribus indígenas, logrando la salida de los colonizadores. Juan Rodríguez Suárez, fundador de Mérida, en 1558, sustituyó a Miranda, quien tras de algunos combates, creyó haber pacificado la región, dejando en las minas a varios obreros y a sus tres hijos. Guacaipuro asalta las minas y los mata. Posteriormente en Valencia, embosca y asesina al mismo Juan Rodríguez Suárez y 6 soldados.
Luego de estos sucesos, Guacaipuro se constituye en líder de un gran levantamiento en el que participan todas las tribus y jefes indígenas del Valle de Caracas. La fuerza de esta acción de resistencia puso en riesgo la existencia misma de la ciudad de Santiago de León de Caracas, fundada en 1567.
Diego de Lozada, fundador de Caracas, ordenó la captura de Guacaipuro. Localizado en el bohío o caney, en el pueblo de Suruapo donde habitaba, los españoles le prenden fuego para obligarlo a salir. En trance de perecer, el valiente guerrero salta fuera, encontrando la muerte a manos de los soldados españoles. Los restos del cacique Guaicaipuro, están en el Panteón Nacional de Caracas, junto al libertador Simón Bolívar "un lugar de honor entre los héroes de la patria venezolana".
La resistencia indígena ante el colonialismo impuesto hace 512 años, ha sido una resistencia cultural e ideológica. Silenciada históricamente por las élites -y aún hoy por el aparato educativo, la iglesia y sobre todo por los medios de difusión masivos-, la resistencia contra el colonialismo y contra todas las ideologías dominantes es un proceso, una práctica que debe ser asumida por todos y todas las personas que quieren un mundo mejor.
INTRODUCCION.
A sangre y fuego se inició el periodo de la conquista, con violencia, cometiendo un atroz genocidio. Desconociendo todo lo existente impusieron sus ideas, su modo de vida, un sistema político, económico, social, ideológico y cultural, lo controlaron todo a través de su superioridad militar.
En nombre de la supremacía occidental y cristiana, por la fuerza les arrebataron a los pueblos indígenas sus tierras, su cultura y su religión, justificando sus acciones con la matriz ideológica de la dominación occidental:
"La negación del derecho del colonizado comienza por la afirmación del derecho del colonizador; lo es de un derecho colectivo por un derecho individual”. Los intentos de someterlos a la esclavitud fracasaron, los indígenas se resistieron de diversas formas, la mayoría de los que sobrevivieron al genocidio se retiraron, en el caso de Venezuela, al sur del Orinoco, Apure, Amazonas y noreste del Zulia.
La dificultad de conseguir mano de obra da origen a una monstruosidad: la migración forzada de habitantes del continente africano. Se calcula que en dos siglos alrededor de cien millones de personas fueron desarraigadas para ser convertidas en esclavos, de los cuales entre un tercio o la mitad perecieron en el trayecto.
Los herederos culturales de los conquistadores europeos, lo consideran el inicio de la "civilización" en estas tierras. En cambio, para los pueblos indios fue el comienzo de una guerra de exterminio que impuso un régimen colonial, al que se opusieron de manera directa o soterrada. Más de 500 años después, muchos pueblos originarios preservaron su identidad comunitaria, vigorizada por constantes rebeliones y la resistencia cultural. Esta fecha recuerda hoy el nuevo ciclo de movimientos indígenas que asumieron un papel como forjadores de su porvenir.
MARCO TEORICO.
La defensa de su territorio, las creencias religiosas y la defensa de lo que los indígenas llamaban las tierras sagradas, llevaron a los pobladores de la época colonial a organizarse y agruparse para establecer una fuerte resistencia indígena, para evitar que los colonizadores se apoderaran de sus territorios.
A pesar de no poseer, en comparación a los españoles, grandes armas ni ningún tipo de instrucción militar, los aborígenes de la zona protagonizaron grandes batallas, con una capacidad de organización muy eficaz, que llevaron a lograr ganar muchos enfrentamientos con los españoles, representando así un gran conflicto a los colonizadores; El armamento utilizado por los colonizadores, eran los siguientes: bombardas, culebrinas, falconetes, ballestas, cuchillos, puñales, espadas, lanzas, picas, alabardas, partesanas, perros de presa, caballería, a lo que debemos añadir dos factores minimizados por “historiadores” de todos los tiempos: los vicios y las enfermedades de los recién llegados de Europa, tan devastadoras como sus aparatos de exterminio.
Mientras que nuestros caciques nativos de isla y tierra firme, de raíz Caribe, tribus de la resistencia, utilizaban flechas, macanas, cerbatanas, varas de punta afilada, piedras, garrotes y el mortal veneno del curare, usado para la defensa, como usaban las emboscadas y los saltos nocturnos.
Esta lucha encarnizada duró varios años de enfrentamientos; hubo episodios de heroísmo, destacando el ímpetu y gallardía de valientes caciques como: Aramaipuro, Guaicaipuro, Baruta, Chacao, Tamanaco, Sorocaima entre otros.
Aramaipuro
Este cacique fue uno de los jefes de los temibles mariches. Formó parte de la coalición de caciques que se enfrentó a Losada en Maraca pana. Bajo su mando actuaron los caciques Chacao y Baruta, y como una especie de jefe de estado mayor participó el cacique Aricabuto.
Según Oviedo y Baños, Aramaipuro se presentó con un ejército integrado por tres mil flecheros. Fue la más grande concentración indígena en una batalla concebida para destruir al invasor. La estrategia fue tan bien planeada que Diego de Losada sólo se enteró del peligro cuando ya la mayor parte de las tribus se había reunido.
Aramaipuro y sus hombres esperaron a Guaicaipuro, pero al no llegar éste tomaron la decisión de retirarse sin presentar batalla. Sólo Tiuna y sus bravos se quedaron, pelearon y murieron.
Aramaipuro siguió peleando muchos años y ya viejo se retiró con sus hombres hacia la costa oriental, en donde se enfrentó a Sir Walter Raleigh, que en 1595 asaltó Cumaná, donde murió. Los piratas atraparon a su hija Urimare que fue destinada como trofeo de guerra para Raleigh, pero la agilidad y coraje de la muchacha la ayudaron a fugarse del bergantín inglés, ganando a nado la costa, pero al llegar a la playa los españoles la hicieron prisionera. Varios meses estuvo Urimare esclavizada por los íberos, hasta que un día, ante el intento de violación de uno de los soldados, Urimare lo hiere mortalmente y huye. Llega a las tierras de Guaicamacuto. El viejo cacique la hace su hija adoptiva. Cuenta la leyenda que Urimare, la hija del gran Aramaipuro, consiguió que la tribu de su padre la obedeciera y se convirtió en la primera mujer en gobernar en este territorio. Al principio, combatió a los españoles, pero aconsejada por su padre adoptivo decide hacer la paz.
Guaicaipuro
Guaicaipuro formó una coalición de gran alcance en contra de la conquista española del territorio de la actual Venezuela, con diversas tribus que él condujo durante el siglo XVI( 16 ) en la región central del país, especialmente en Valle de Caracas. Él dirigió, entre otros, a los Caciques Naiguatá, Guaicamacuto, Chacao, Aramaipuro, Paramaconi y a su propio hijo Baruta. Guaicaipuro en la actualidad es uno de los Caciques más famosos e ilustres. El área ocupada en nuestros días por la ciudad de Los Teques, fue poblada por varios grupos indígenas, los cuales contaban cada uno con su propio cacique. La tribu de Guaicaipuro, que abarcaba un área desde Turgua al este, hasta donde hoy se encuentra San José de los Altos, al oeste, era una de las más grandes. Uno de sus hijos varones, Baruta, se convirtió también en Cacique y dominaba el área del actual municipio de igual nombre. Otras hijas de Guaicaipuro eran, al parecer, Tiora y Caycape.
Los españoles descubrieron oro en el área de Los Teques hacia 1560, y como comenzaron a poblar el sitio de las minas para extraerlo, Guaicaipuro, sintiendo su tierra invadida, les atacó, junto a otros caciques aliados, entre ellos Terepaima, forzando a los españoles a abandonar el lugar. Después del ataque, el gobernador de la provincia de Venezuela, Pablo del Collado, envió a Juan Rodríguez Suárez en 1561 para pacificar el área. Rodríguez Suárez, creyendo que había alcanzado su tarea al repeler a Guaicaipuro de la zona, deja el área al cuidado de algunos mineros y de tres de sus hijos, mientras exploraba los términos de Caracas. Una vez que los soldados españoles se marcharon del lugar, Guaicaipuro asaltó de nuevo las minas y mató a todos los trabajadores, así como a los hijos de Rodríguez Suárez.
Inmediatamente después de eso, Rodríguez Suárez, que estaba en camino a la ciudad de Valencia, con el propósito de reunirse con los españoles leales al rey, que intentaban detener al caudillo rebelde Lope de Aguirre (conocido en Venezuela como El Tirano, de los conquistadores del Perú, venido por el Amazonas en 1561 y alzado contra la Corona), fue emboscado por Guaicaipuro y el cacique Terepaima, que le dieron muerte durante su trayecto. Iba con un contingente reducido de seis soldados.
Después de estos sucesos, Guaicaipuro se convirtió en la figura principal y central en la sublevación de todas las tribus nativas de la provincia de Caracas, y logra unirlas a todas bajo su mando. En 1562 Terepaima derrota a una fuerza expedicionaria conducida por el capitán Luis de Narváez, matándolo a él y a 150 de los expedicionarios. Debido a los ataques feroces por parte de los indígenas, los españoles se retiraron lejos del área durante varios años. Durante años esta alianza se mostró triunfadora, pero Guaicaipuro perdió su oportunidad en Maracapana, en 1568, batalla clave en la que participaron todas las tribus aliadas. Derrotados por el ejército conquistador en forma contundente, la coalición se disuelve y los jefes regresan a sus tierras
En 1568, poco después de vencer en la Batalla de Maracapana, el capitán Diego de Losada entra al valle de San Francisco y ese año o el siguiente, puebla la ciudad de «Santiago de León de Caracas». Los españoles se preocuparon por la cercana presencia de Guaicaipuro y de sus hombres y, dada la fama de sus ataques hacia los conquistadores, decidieron no esperar un ataque de él, con lo que, como movimiento preventivo, Diego de Losada encomendó al alcalde de la ciudad, Francisco Infante emprender la misión de capturar a Guaicaipuro y ‘pacificar’ a los otros Caciques.
A fines de 1567 o inicios de 1568, Francisco Infante y sus hombres, conducidos por guías nativos que habían sido chantajeados, dieron con el paradero de la choza de Guaicaipuro, en las cercanías de Paracotos. Según la leyenda, Guaicaipuro prendió fuego a su choza y se suicidó antes de permitir que los españoles lo encontraran con vida. Sin embargo, la otra versión sobre su muerte, que es la que ofrece el historiador José de Oviedo y Baños en su obra publicada en 1723, narra que tras una larga batalla por su vida, los españoles, imposibilitados de entrar a la choza, decidieron lanzarle una bomba de fuego sobre el techo de paja, obligando con ello a salir a Guaicaipuro que perece luchando con la espada que le había ganado a Rodríguez Suárez y dio muerte a los que lo atacaron. Pero como eran demasiado prefirió entrar de nuevo en su choza y morir quemado.
Baruta
Hijo de Guaicaipuro y de Urquía, Baruta recibe de manos de su madre el penacho con plumas rojas, que había usado su padre, al tiempo que le decía:
"Sean estas plumas rojas el símbolo de la sangre de tu padre y de tu pueblo derramadas por el invasor que viene a arrebatarnos nuestra tierra. Defiéndelas con honor."
Baruta no solo atacaba al enemigo, sino que con frecuencia establecía pactos y alianzas con otras tribus rebeldes y obtenía grandes victorias. Sin embargo, en un enfrentamiento contra los españoles es hecho prisionero y conducido ante García González de Silva, que para ese momento era el Regidor del Cabildo, y le explica el plan que tiene España para desarrollar la zona y darle mayor bienestar a sus pobladores. Le ofrece la libertad a cambio de la firma de un tratado de paz aceptado por el cacique.
Baruta fue un gran jefe en la paz, gozó de la máxima consideración de los españoles, respetaron su autoridad y sus tradiciones, cooperaron con él, enseñándole nuevas técnicas ganaderas y de cultivos.
Al morir Baruta fue enterrado con su rito. Más tarde, en 1620, el Gobernador Francisco de La Hoz Berríos, constituyó en su honor, en el sitio donde vivió el cacique, una parroquia con el nombre de San Francisco de Paula de Baruta.
Chacao
Chacao, llamado el Hércules americano, de raza caribe, gobernaba justamente en la región caraqueña que hoy lleva su nombre, pero su dominio iba mucho más allá, acercándose a Los Teques. Su aspecto físico era impresionante, era de gran tamaño, tenía audacia y una capacidad muy especial para preparar ataques tipo comando.
Su cacicazgo lo ejercía con sentido democrático y no se recuerda ninguna injusticia cometida contra su gente. Era respetuoso de las normas y de las tradiciones que regían a su pueblo, inclinándose fuertemente por la ayuda a los más débiles, especialmente niños y mujeres.
Su territorio lo defendió con tesón y empuje. Se alió con Guaicaipuro y participó en la coalición de jefes que durante siete años mantuvieron el control sobre todo el valle de los Caracas y la región montañosa de los indios Teques. En 1567 el indio Chacao se enfrenta a Juan de Gámez, oficial de Diego de Losada, quien lo reduce a prisión. Al saber Losada que el bravo Chacao es su prisionero, decide dialogar con él y recobró su libertad. En 1568 renueva su alianza con Guaicaipuro y con sus hombres acude al sitio de Maracapana, serranía adyacente a Caracas.
Conocida su inclinación a ayudar a los débiles, especialmente a los niños y mujeres, se le hace saber que un capitán llamado Catario había secuestrado a dos indiecitos y que los tenía esclavizados, juró rescatarlos y devolverlos sanos y salvos a su familia. Chacao fue a rescatar a los niños, entró con gran destreza al campamento español y los liberó. Los hombres de Chacao observaron que su jefe estaba gravemente herido, fue atendido de inmediato por su piache, pero ya no había nada que hacer, el cacique había perdido mucha sangre. Su muerte causó un profundo dolor en su pueblo.
Tamanaco
Dos años después de la muerte del gran Cacique Guaicaipuro, surge Tamanaco, cacique de los indios mariches y de los quiriquires.
Su misión, al igual que Guaicaipuro, era la de propiciar una alianza entre las diferentes tribus. El 5 de diciembre de 1570, llegó a Coro, capital de la provincia de Venezuela, el gobernador y capitán general Diego de Mazariegos, pacta con los enemigos de Tamanaco. Nombra al avanzado Francisco Calderón para pacificar el valle de Caracas y lo designa teniente general de la recién fundada ciudad de Santiago de León de Caracas.
Calderón envía al capitán Pedro Alonso Galeas a rendir a Tamanaco. Galeas lo persigue y entra en tratos con el cacique Tapiaracay, enemigo de Tamanaco y del pacificado cacique Aricabuto, quien le ofrece ayuda a cambio de que le entregue a este último. El trato no se consolida y Galeas se mide con Tamanaco en una pelea en la que participa Garci González de Silva y el indio Aricabuto, que les sirve de guía. El combate no tuvo vencedor. Tamanaco decide atacar a Caracas, los españoles retroceden hasta las orillas del río Guaire. El capitán Hernando de la Cerda, se enfrenta con Tamanaco y este vence. Los indios no advirtieron la llegada de una caballería española, Tamanaco y sus hombres quedaron atrapados y fueron hechos prisioneros. Guaicaipuro fue condenado a morir en la horca, luego su cabeza sería exhibida para que sirviera de escarmiento a los rebeldes. Garci González, que había sido elegido Regidor del Cabildo de Caracas en 1573, estuvo en desacuerdo con la medida, ya que admiraba el valor, el temple y la dignidad demostrada por el guerrero. En el medio de estas consideraciones intervino un capitán de apellido Mendoza, que era propietario de un perro y sugirió que le dieran a Tamanaco la oportunidad de escoger entre la muerte en la horca o la posibilidad de salvar su vida si vencía al perro. Garci González estuvo de acuerdo, al igual que el resto de los miembros del Consejo de Guerra, Tamanaco acepto.
Tamanaco fue desatado y colocado en la Plaza Mayor (hoy Plaza Bolívar) Mendoza, soltó el perro, Tamanaco recibió varias mordeduras que le causaron la muerte.
Sorocaima
Algunos historiadores afirman que era guajiro o tequeño de clase guerrera y que llegó a la región de los indios Teques por problemas que tuvo en su propia tribu. Llegò a convertirse en hombre de confianza y uno de los lugartenientes del gran Guaicaipuro y a la muerte de éste, quedó como jefe guerrero bajo el mando de Conopoima
En 1570 participó en los ataques contra la recién fundada Santiago de León de Caracas, bajo el mando de Conopaima y Terepaima. En 1572, Garci González de Silva apresó a Sorocaima, Conopaima seguía resistiendo. Ante este hecho y deseoso de terminar la batalla rápidamente, González decide utilizar a Sorocaima como carnada y dice en alta voz, para que lo escuchen los otros guerreros, que el jefe indio perdería su mano derecha, que le sería amputada, a menos que se rindieran. En este último caso, se perdonaría la vida a todos. Es allí cuando el Jefe Sorocaima, le dice a los guerreros:
Ataquen con fuerza, mis valientes, que los españoles no tienen mucha gente.
Y luego, sin vacilar, estira el brazo para que le amputen la mano derecha, lo cual fue llevado a cabo por oficiales al servicio de Garci González. Sorocaima, en un gesto que reflejaba por igual el valor y la grandeza de su raza, tomó con su izquierda la derecha y, levantándola la ondeó en señal de triunfo. Luego, avanzó hacia sus hombres. Garci González había ordenado su libertad. Sin embargo, al dar la espalda al enemigo uno de los soldados le disparó a traición, quitándole la vida.



La Rebelión del Negro Miguel

Acaudillada por el Negro Miguel en 1533 en las minas de Buría y su región, es considerada como la primera rebelión de negros en la historia de Venezuela. Durante el gobierno de Juan de Villegas Maldonado, a mediados del siglo XVI, se intensificó la necesidad de adquirir mano de obra esclava, tras el descubrimiento por parte de Damián del Barrio de una importante veta de oro en las márgenes del río Buría, cerca de la ciudad Nueva Segovia de Barquisimeto, fundada en 1552 por Villegas. El descubrimiento de estas minas causó una gran conmoción en la población de la ciudad de El Tocuyo (fundada en 1545), pues revivió la idea del antiguo y enigmático Dorado. En tal sentido, muchos vecinos motivados con la posibilidad de enriquecerse, organizaron y llevaron sus esclavos, mineros o agricultores, hacia la nueva veta. A fines de 1552 son trasladados a la ciudad de Nueva Segovia de Barquisimeto, 80 esclavos negros para dedicarlos al trabajo en las minas, surgiendo así el Real de Minas de San Felipe de Buría (cerca de Nirgua, en el actual estado Yaracuy).
Entre los esclavos que llegaron a el Real de Minas de San Felipe de Buría, figuraba uno oriundo de San Juan Puerto Rico, el cual se distinguía por su rebeldía y arrojo, el Negro Miguel, quien era propiedad de Pedro del Barrío, hijo de Damián del Barrío. Dado su carácter indomable, en 1553 Miguel huyó con unos compañeros a las montañas, desde donde preparó un ataque al Real de Minas, resultando muertos varios mineros en medios de la oscuridad de la noche. A partir de este exitoso asalto, el Negro Miguel se hizo fuerte en las montañas y su fama crecía día a día, siendo seguido por indios y negros levantiscos con los cuales lo que consideró como su reino, pues el mismo se nombró rey y a su mujer, Guiomar, la hizo coronar como reina. Asimismo, su pequeño fue reconocido por todos como su heredero. También nombró obispo a uno de sus compañeros y conformó una comunidad a semejanza de los pueblos de los españoles, con sus autoridades y empleados. Con el tiempo el Negro Miguel y sus seguidores se convirtieron en un azote para la región y su presencia comenzó a trastornar las tareas de explotación de las minas.
En ocasión de una ataque del Negro Miguel a la recién fundada ciudad de Nueva Segovia de Barquisimeto, la misma fue defendida valerosamente por sus pobladores capitaneados por Diego García Paredes y Diego Fernández de Serpa, junto a un refuerzo que llegó de la ciudad de El Tocuyo, dirigido por Diego de Losada y Diego de Ortega. En definitiva, el asalto del Negro Miguel quien fue asesinado a Barquisimeto fue rechazado y sus seguidores fueron perseguidos y nuevamente reducidos a la esclavitud. Según el testimonio de capitán Diego de Ortega, uno de los jefes de las fuerzas de El Tocuyo, fue García Paredes el que mató al rey Miguel.


A diferencia del indígena venezolano, de cultura más que precaria, el negro africano trasladado a nuestro país en calidad de esclavo apenas tenía un rezago de uno o dos siglos respecto a los europeos, aunque algunas tribus estuviesen sumergidas en la prehistoria, Había pueblos africanos que sorprendieron a los primeros navegantes portugueses por su organización social, su desarrollo técnico y elevada expresión artística. Muchos de ellos eran de religión islámica y tenían una buena estructuración de la familia, de la propiedad y el estado. Eran significativas y complejas sus historias y creencias. La sociedad se dividía en clases y hubo príncipes y reyes que vivían en fortalezas de piedra que en poco o nada diferían de las existentes en Europa. En un comienzo fueron los de mayor evolución y desarrollo los que iniciaron la trata de esclavos vendiéndole a los portugueses sus hermanos de raza. Con el tiempo fueron a su vez víctimas de los terribles negreros, quienes haciendo caso omiso de rangos sociales, estatura intelectual y nivel de conocimientos los esclavizaron como a los otros.
Se estima en más de sesenta millones el número de africanos arrancados de sus hogares para ser vendidos en el Nuevo Continente. (J. Suret-Canale, libro África Negra) Apenas un 10% de los cautivos llegaban con vida a su destino por obra de los malos tratos, epidemias y suicidios en masa que se producían durante una penosa travesía de tres meses. Entre ellos vinieron, entremezclados con bárbaros y caníbales, príncipes y reyes que hasta su captura eran dueños y señores de naciones enteras, lo que sin duda explica la vitalidad cultural del negro ante los embates de la cultura española y la importancia que como esclavos y hombres libres tuvieron en la conquista y colonización de América.
Fueron negros y mulatos libres los que capitaneados por el Capitán General de Venezuela fundaron la ciudad de Nirgua en 1626, luego de arrebatársela en recio combate a los aguerridos jirajaras. Los negros esclavos, por su proximidad cultural al español, fueron en un comienzo sus aliados y amigos contra los terribles indígenas de Tierra firme, aunque esta alianza fuese siempre precaria y explosiva por el carácter levantisco y los abusos del Conquistador.
Hacia 1561 vivía en Barquisimeto un negro llamado Miguel, esclavo del conquistador Damián del Barrio. Era un hombre inteligente y audaz que a duras penas resistía su condición de esclavo y los malos tratos que su amo le prodigaba. ¿Era Miguel uno de esos africanos civilizados? La historia no lo dice; pero son tantas las cosas que la historia guarda por omisión voluntaria o por ignorancia... A lo mejor era un príncipe, hijo de reyes de los que describe Mariano Picón Salas en su libro sobre San Pedro Claver. Como rey se condujo apenas se liberó de los españoles. ¿Qué hizo este negro Miguel? Mató al amo que lo maltrataba, insurreccionó a los esclavos de Barquisimeto y luego de rechazar a sus dominadores se internó en las selvas de Buría donde fundó un reino con rey y reina, obispo y príncipe heredero. ¿Había entonces una mujer? ¿Cómo se llamaba? Se llamaba Guiomar y ha debido ser muy guapa y hermosa para que Miguel le ofreciese un reino y hasta le inventase un obispo negro para ponerle un hijo.
Los negros vueltos a su libertad, y teniendo por rey a este Espartaco nuestro, disfrutaron sin duda de efímera y profunda felicidad con sus remedos de corte, palacios de paja, corona de flores y fornidos nobles de calzón corto con el pecho desnudo. Como Nefertiti, la faraona; ya me imagino a Guiomar con el cuello alto y las facciones finas... Alerta: ¡Gente viene! Son jirajaras, los feroces guerreros... Venimos en tu busca, rey Miguel. María Lionza, nuestra diosa, nos ha dicho que sumemos esfuerzos para expulsar al español... Los españoles entre tanto los habían cercado con el mayor sigilo. Así hablan Diego de Lozada “Caballero de Río Negro” y el Cautivo. ¿Habéis oído, don Diego, lo que traman estos malditos? Callaos, amigo mío, que nos pueden escuchar... Poco nos importa si nos escuchan o no, le dice el Cautivo. Los tenemos rodeados con los arcabuces a punto. Tenéis razón, Cautivo. Salgamos de esto de una vez: ¡Santiago y Cierra España! (Descarga cerrada de arcabuces. Gritos de terror y furor, ayes de agonía.) Y así terminó el breve reinado de nuestro primero y último rey, un negro esclavo que a lo mejor fue realmente un príncipe de algún minúsculo feudo del lejano continente. De su paso apenas quedan vagas referencias históricas, muy hermosas leyendas y un sitial significativo en los que en Sorte adoran a la diosa de la montaña. Como Negro Miguel se le reconoce y se invoca su ayuda en casos de necesidad. Es muy probable que muchos de sus devotos desconozcan que el Miguel milagrero y el Rey Miguel son la misma persona.